Quienes somos:

H Twilight: narración, idea y producción general
Hellin Twilight: narración y diseños
Luli Richardson: narración

martes, 6 de octubre de 2009

El contratado (II)

La mismísima manera en q hubiera sido contactado era una advertencia de lo q podría llegar a ocurrir si contestaba.
Al llegar a su casa halló, deslizado bajo la puerta, un sobre del tipo madera, de los q años atrás dejaron de utilizarse, sin marca postal y cuyo único dato de remitente era un número de teléfono móvil. Al abrirlo y leer notó q provenía de una persona conocedora de su pasado como peleador, aunque anónima, quien lo invitaba a prestar sus servicios una única vez por un precio determinado
De cualquier modo contestó. Llevaba casi dos años en un empleo mediocre, desde q un impulso de agresividad, una décima de segundo de inconciencia, lo llevó a golpear al arbitro de una competencia de artes marciales, dejándolo fuera de las competencias oficiales al instante, y fuera de su empleo también al conocerse la noticia y su nombre. Llamó al número, y la mujer q le respondió sonaba preocupada, nerviosa, pero con la cabeza lo suficientemente clara para hablar; cerraron un trato y le pasó la dirección.
Ahora: se hallaba frente a la puerta de una casa tenebrosa, donde un sujeto acababa de insinuarle q debía de matarlo, y una sensación de electricidad estática no lo había abandonado desde q llegó, manteniendo cada vello de su espalda erizado como un gato ante una jauría hambrienta.
Estaba a punto de llamar cuando de pronto se oyó el rechinar de la puerta de madera.
-Estabamos esperándolo -dijo una chica, de aspecto dark, o gótico, o como se llamasen- adelante.

Lo guió hasta una habitación donde se encontraban reunidos una mujer elegante, de unos treinta años (casi seguro, aquella q lo contrató), el hombre q se cruzó en la entrada y, sentada en una silla con brazos y respaldo alto, casi como un trono, contra la pared, se encontraba quien pareciera por su presencia ser la anfitriona del lugar, la directora del evento o lo q fuera q estuviera ocurriendo. O por ocurrir.
-Sabemos q eres indisciplinado -le dijo- sin embargo eres el único q puede ayudarnos. Aunque, por seguridad, debemos mantenerte bajo ciertos términos...
La chica q le guiara al entrar lo acompañó hasta una mesa redonda donde le indicó el sitio donde sentarse, y luego, con delicadeza y corrección, tomó un pañuelo y le vendó los ojos mientras los demás se sentaban.

No hay comentarios: